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El agua como argumento

 

El artista José María Marbán muestra en Zaragoza sus últimas obras dentro de las actividades de la exposición internacional.

 

ANGÉLICA TANARRO

   

VALLADOLID EL NORTE DE CASTILLA 13.08.08.

 

La obra de José María Marbán (León, 1955) viene evolucionando desde hace años desde la pintura a la fotografía, sobre todo desde que este artista afincado en Valladolid descubriera las posibilidades del tratamiento digital de la imagen. Una técnica que encaja con su voluntad de ver el mundo -el paisaje- como quien lo contemplara a través de un microscopio. Dentro de las actividades paralelas de la Expo de Zaragoza, Marbán expone en la ciudad del Ebro, en concreto en la sala que la entidad Caja Duero tiene en el centro de la ciudad, sus últimas obras reunidas bajo el mismo tema al que está dedicada la exposición internacional. 'Fluet Aqua' es el título de una muestra que reúne 24 fotografías en su mayoría de 150 x 100 cm. (sólo una escapa a esta dimensiones y alcanza los 300 x 250 cm.) y una escultura -un pozo de madera que muestra en su interior una fotografía retroiluminada- que estuvo seleccionada en la pasada Bienal de Valladolid.Estos paisajes acuáticos que Marbán ha reunido -algunos ya expuestos y la mayoría inéditos y realizados para esta muestra- no son el resultado de un pie forzado, sino que encajan en la trayectoria de este artista que ha hecho de la indagación del paisaje uno de sus motores artísticos. En este caso fija su objetivo en uno de sus componentes esenciales.Como escribe Javier Rubio Nomblot en el texto que abre el catálogo de la exposición, Marbán ha tratado de aproximarse a la esencia de lo líquido recorriendo el camino «desde lo hiperreal fotográfico hacia lo insólito y fantástico; desde lo común a lo imposible». La realidad apenas retocada tal como la capta el objetivo está en el resultado de algunas de las imágenes expuestas. El resto son abstracciones, pequeñas parcelas de esa realidad sacadas de contexto y sometidas vía ordenador a una búsqueda que más tiene que ver con su mentalidad de pintor, que nunca ha dejado de presidir su obra.Ese diálogo entre la manipulación y lo supuestamente hiperreal podría convertirse en un apasionado debate. Al fin y al cabo la realidad se nos mostraría lo suficientemente abstracta por sí misma a poco que prestáramos atención a los detalles y fuéramos capaces de darlos espacio. ¿No es una abstracción ese toque de luz estática, ese color inesperado en medio del salto del agua, esa rama que parece colocada ex profeso para que la mirada se detenga y no sea arrastrada por el fluir del agua?Hablaríamos en definitiva del papel del artista. Mostrarnos lo que está delante de nosotros aunque nuestro ojo o nuestra atención no sean capaces de captarlo. Esa es también la tarea que se ha impuesto José María Marbán, como demuestran estas obras que desde Zaragoza seguirán camino a Soria.

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